El porqué de Actitud Libre

Hace tiempo que llevo trabajando con clientes, tanto en cursos como en sesiones de coaching particulares, en la definición de objetivos vitales y el diseño de una estrategia personal para ir consiguiéndolos. Y todavía me sorprendo al ver cómo hay muchas personas que han dedicado más horas a planificar el viaje que han hecho este verano que a identificar qué es aquello que les hace felices y cómo acercarse a disfrutarlo.

Es como si aceptásemos como real la posibilidad de elegir a dónde ir de vacaciones, los días, dónde dormir, qué visitar, cuánto dinero destinar o con quién ir acompañado, y descartáramos que existe la opción de hacer algo similar con nuestra propia vida.

Elegir cuál es la profesión a la que quieres dedicarte, dónde quieres trabajar, de qué y por qué, con qué tipo de personas quieres compartir tu tiempo dentro y fuera del trabajo, qué actividades son necesarias para tener cierto equilibrio en tu día a día, en definitiva, tener claro quién eres, qué quieres,  qué emociones y pensamientos entran en juego para alcanzarlo y cómo hacer que se conviertan en hábito para que el trayecto se haga más corto, en el caso de que se necesario que se acorte… aunque ese es otro tema que dejo para otro post, el cómo queremos correr olvidándonos de aceptar el presente como es y disfrutar de cada momento, tenemos la capacidad de estirar el tiempo en nuestra mente y, si la ejercitáramos más a menudo, lograríamos vivir en ese aquí y ahora tan manido pero tan poco experimentado.

Veo una diferencia clara entre elegir las vacaciones y elegir tu estrategia personal y es el diferente nivel de control que entraña cada uno de ellos, ahí está la dificultad y la paradoja: aprender a soltar el control es precisamente la clave para poder concretar tu plan vital.

Sabemos que todo es cambio, y más ahora, sabemos que el que se adapta más rápido al cambio y lo integra, le va mejor también antes. Creo firmemente que lo que estamos viviendo en España nos ha acelerado este aprendizaje de disfrutar de la incertidumbre, de soltar el control de las situaciones y adecuarse a los imprevistos con el talante necesario para seguir llevando nuestro propio timón, sabiendo que pase lo que pase sabes quién eres, lo que quieres, lo que sientes y lo que piensas, porque es en esa coherencia donde reside tu fortaleza ante cualquier situación.

Esta entrada tiene un comentario

  1. nenina guerra

    Me interesa como describen a la “coherencia “…un valor tan dificil de lograr….

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