Saboreando el amor

Quería compartir con vosotros un momento íntimo para terminar este 2015. Anoche estaba realizando mi ratito de meditación mientras tomaba una infusión con miel y eligiendo tener la intención puesta en la unificación y el amor incondicional, a ratos con los ojos cerrados, a ratos con ellos abiertos para coger la taza.

En uno de esos momentos en los que acercaba la taza a mis labios pensé: “si todo está unificado, entonces este líquido también es amor, ¿cómo será beber amor?” …y al inclinar la taza para que la infusión llegase a mis labios esperaba saborearla con total atención y, para mi sorpresa, en la mitad del fondo de la taza que quedaba libre apareció mi reflejo, vi reflejados sobre el rojo del fondo mis ojos y mi nariz… allí estaba yo “escuchando” la respuesta a la pregunta que acababa de hacerme: ¿cómo será beber amor?

Fue un instante de comprensión sin palabras ni pensamientos sobre el amor y el único lugar en el que se encuentra, sólo una imagen para percibir que está en cada uno de nosotros, y, desde ahí, en todo lo demás mientras lo exterioricemos. Siempre recordaré el sabor del amor y es así cómo quiero saborear este 2016 que comienza. Con amor.

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