Dice Manfred que “la solución empieza por nosotros mismos y comienza con la coherencia de cada uno consigo mismo”. Después de escucharle de nuevo en este vídeo, reflexiono sobre la fuerza que se concentra en el interior de uno mismo cuando te posicionas desde ser protagonista de tu vida y como, de manera radicalmente opuesta, toda esa fuerza capaz de crear lo impensable se diluye cuando el punto de vista desde el que observas la vida está fuera de ti, cuando te quedas en ese pensamiento típico de “nada puedo hacer yo por cambiarlo”.

Por encima de lo que ocurre está tu actitud ante ello. Y si a esa actitud de responsabilidad le sumas una buena dosis de confianza en el exterior, la partida está ganada. Se trata de saber que uno se construye su propia suerte creando las circunstancias adecuadas, dando el primer paso y el segundo y el tercero… persistiendo y, de paso, haciendo que otros también sean afortunados en su propio camino.