¿Es realista lo que quieres?

Cómo saber si lo que quieres, tu proyecto, tu sueño, tu objetivo, ese que tan concienzudamente te has esmerado en que sea SMART, no es una quimera, un imposible o está distorsionado por la realidad global. Además de ser específico, medible, alcanzable, realista, acotado en el tiempo y… desearlo profundamente, también tiene que ser REAL.

Hace ya tiempo que sabemos que lo que nos dicen que ES, no es. Véase la crisis, la doble moral de la política, las noticias falseadas…, entonces, una vez nuestra sociedad ha sacado esto a la luz, una vez se hace público, comienzan a emerger nuevas corrientes, nuevas ideas y conceptos que también se dedican a decirnos lo que ES y cómo tenemos que hacer las cosas.

Se trata de una respuesta alternativa que nos dice qué es lo que debemos hacer y cómo, cuál es el contexto y qué pasos hemos de dar para movernos en él, ya sea que hablemos de emprendimento, salud, medicina, coaching, libertad financiera, community manager y lo que se te ocurra poner en la lista. Pero no nos engañemos, al fin y al cabo, es más de lo mismo, esto tampoco es REAL.

Afortunadamente, comienzan a emerger nuevas voces que se atreven a desmentir esta pseudo realidad paralela de profesionales “exitosos” y nos explican con detalle cómo es que el negocio de los gurús es precisamente eso, sólo un negocio para ellos, o nos hablan de cómo la obsesión por estar en las redes sociales y tener voz es tan sólo eso, una ventanita ficticia, una voz falsa que escuchan los que también están enredados en esa red y que andan entretenidos y alejados de lo REAL.

Me recuerda a las típicas reuniones de veganos donde se ve claramente que a muchos les sobran unos cuantos kilos, y que se pasan dos días completos hablando de las bondades y las maldades de la comida, comiendo con ansiedad extraña todo el tiempo que dura el encuentro mientras acusan a los demás de destruir el mundo porque comen carne.

Estoy segura de que te vendrán a la cabeza muchos otros contextos “innovadores” en los que hayas estado y en los que la coherencia brillaba por su ausencia.

Es cuestión de coherencia

Creo que simplemente no tenemos criterio suficiente para saber dónde está el límite de lo cierto en la información que recibimos, sea de masas o no, y en las corrientes y modas en las que estamos sumergidos… por favor, seamos humildes y humanos.

Para lo que sí tenemos criterio es para saber nuestra verdad personal y vivir desde ella, hay que ser muy honesto con uno mismo para detener la rueda en la que estás metido y mirarla con la cabeza fría, para escuchar lo que tu interior te pide, haciendo que ese objetivo que llevas tiempo, quizá años, persiguiendo, sea REAL:

R- Razonable según tu propia razón
E-Enlazado con tu verdad personal
A-Auténtico con tu ser
L-Libre e independiente de modas y pasos a seguir

Pregúntate sinceramente qué tanto de esa verdad es tuya y qué tanto es de otros, de dónde viene… selecciona, cede responsabilidades y quédate extrictamente con las tuyas, con tus responsabilidades, aunque cause vértigo.

Es como cuando los hijos van creciendo y la única manera pacífica de educarlos es cediéndoles responsabilidades y descubres que esas teorías tan novedosas que dicen cosas como que nunca debes de faltar a tu palabra ante la promesa hecha a un hijo, por ejemplo, o como que todo se resuelve a través de la comunicación. Pero resulta que la experiencia de lidiar día a día con ellos te dejan claro que son teorías de libro que nada tienen que ver con la realidad moldeable y aplastante.

La vida no es así de exacta ni de precisa ni de ideal ni de programable, somos humanos, la vida es versátil e inabarcable, por ello, hermosa y misteriosa.

Una vez hayas conseguido parar y mirar con honestidad aquello que quieres, dónde estás y quién eres, pregúntate si conoces a alguien de carne y hueso que ya lo haya conseguido. Me refiero a alguien con quién hayas hablado cara a cara, con sinceridad, no me refiero a un contacto virtual que tengas en facebook, a alguien que hayas visto en televisión o en un vídeo de TED, a alguien subido en un escenario o dando una clase aunque sea a un reducido aforo, no, me refiero a alguien de quién realmente conozcas su historia, su día a día y que sea ejemplo de lo que promulga.

Una vez analizado tu objetivo, quédate con él si tienes un referente REAL, o plantéate si cuentas con el coraje suficiente como para convertirte tú en ese ejemplo coherente de lo que deseas. Por el contrario, si no encuentras a nadie que lo sea pero sí que conoces a algún gurú o medio gurú que habla de que lo ha conseguido mientras está en el camino. Si está en el camino, no lo ha conseguido, y si pierde su tiempo explicándote cómo puedes llegar tú a donde está él, tampoco.

Esos objetivos es mejor soltarlos porque no son tuyos ni son reales. Limpia ese espacio de responsabilidades ficticias y deja que la vida te sorprenda, que tu interior de hable sin ruidos, exceso de información o de actividades, sueños de otros, gurús… vive tu propia verdad. Haz esto o haz lo que te de la gana, qué más da, este post no pretende decir qué debes hacer, faltaría más.

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